Lula da Silva confirma oficialmente su candidatura para las próximas elecciones presidenciales.

Defiende el fin del techo para el gasto público en Brasil y la creación de una moneda única en América Latina. 'No tenemos que depender del dólar', dice.FacebookTwitter

America Latina - Política04/05/2022Redacción Cuba a la DerechaRedacción Cuba a la Derecha

Brasilia. Brasil

Luiz Inácio Lula da Silva ha logrado el apoyo de quienes en su momento fueron los disidentes del Partido de los Trabajadores (PT), y con su discurso ha agitado los mercados. Habló de una moneda única para América Latina, a la que llamó "Sur", y abiertamente se pronunció en contra de que haya un techo para el gasto público, un tema consensuado en Brasil por varias corrientes políticas.

El Partido Socialismo y Libertad (PSOL), que nació como una escisión más a la izquierda del PT, se reunificó en torno a la candidatura de Lula da Silva, sumándose a la suerte del frente "antibolsonarista" que ha ido conformando el dos veces presidentes, con un amplio arcoíris de tendencias ideológicas, incluyendo a sectores conservadores moderados.

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El 30 de abril tuvo lugar en São Paulo el acto de apoyo del PSOL a Lula da Silva, quien dos días antes dijo por primera vez, explícitamente, que aspirará de nuevo a la Presidencia de Brasil, a sus 77 años y tras ser jefe de Estado en dos períodos entre 2003 y 2010.

El 28 de abril, reunido en Brasilia con la Red de Sustentabilidad, de activistas políticos medioambientalistas, Lula da Silva dijo abiertamente que será candidato para las elecciones presidenciales de octubre: "Estoy de vuelta para candidatearme a la Presidencia de la República", sostuvo el exmandatario, quien es el favorito en las encuestas para triunfar en las votaciones, aunque no hay claridad aún sobre si será necesario o no un balotaje.

En Buenos Aires, diversos medios izquierdistas saludaron el anuncio de Lula da Silva de impulsar una moneda común para la región. Si bien no hubo un pronunciamiento oficial de la Casa Rosada, analistas estiman que el presidente argentino, Alberto Fernández, sería un aliado natural para una propuesta de este tipo, así como el recién estrenado mandatario chileno, Gabriel Boric, quien públicamente ha manifestado su admiración por Lula da Silva.

El fundador del PT, con un discurso cargado de referencias a su pasado como obrero y dirigente sindical, defendió este sábado la creación de una moneda única en América Latina, como parte de la ampliación de las relaciones entre los países de la región. "No tenemos que depender del dólar", dijo en su discurso ante fuerzas de izquierda.

La idea de una moneda única latinoamericana es defendida por el economista Gabriel Galípolo, expresidente del Banco Fator, quien ha colaborado con el programa de gobierno de Lula da Silva. En un reciente artículo, Galípolo y el ex candidato presidencial del PT Fernando Haddad promovieron el "Sur" como un modelo similar al euro europeo y una forma de incrementar la integración regional y fortalecer la soberanía monetaria de la región.

"Vamos a restablecer nuestra relación con América Latina. Y, si Dios quiere, crearemos una moneda en América Latina", dijo un exaltado Lula da Silva en su acto de campaña.

Para los mercados y analistas financieros de Brasil, lo más preocupante ha sido el ataque frontal que ha lanzado Lula da Silva al llamado "techo de gastos públicos", que nació en 2016 durante la presidencia interina del conservador Michel Temer.

La medida se aprobó ampliamente, con respaldo de diversas fuerzas políticas, en un contexto de fuerte rechazo a las redes de corrupción que tuvieron los gobiernos del PT, encabezados por Lula da Silva y su sucesora Dilma Rousseff, quien fue apartada del poder por decisión del Congreso de Brasil.

"El techo de gasto lo decide la responsabilidad de quienes gobiernan. Los que gobiernan saben que solo pueden gastar lo que recauden. Y si tienen que endeudarse, contraerán deudas que podrán pagar", justificó Lula da Silva, quien planea volver a un esquema en el cual no haya un límite a los gastos públicos.

Estando en las antípodas ideológicas, Lula da Silva ha coincidido con Jair Bolsonaro, el actual presidente conservador que busca la reelección, quien también está en contra del techo de gastos. Según analistas, esta medida impone restricciones al uso de recursos públicos con fines populistas.

Juliano Medeiros, presidente del PSOL, confirmó que su partido colocó tres condiciones para reunificarse con el PT en torno a la candidatura de Lula da Silva: la derogación de leyes catalogadas de antilaborales, la reforma del "techo de gastos públicos" y un nuevo marco fiscal.

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Según Medeiros, existe coincidencia entre el PT y el PSOL en que un nuevo gobierno del dos veces presidente deberá erradicar "el neoliberalismo" como estrategia de la política económica en Brasil.

El discurso de Lula da Silva a favor de una moneda regional y sus cuestionamientos a que el gasto público esté acotado en Brasil, que es la octava economía del mundo, generaron inquietud en los mercados y entre analistas financieros.

Hace apenas dos semanas el ex mandatario anunció que su dupla será el conservador Geraldo Alckmin, quien se separó del Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB) y se afilió al Partido Socialista Brasileño (PSB) en aras de allanar su candidatura a vicepresidente. El PSB, pese a su nombre, tiene una orientación más de corte socialdemócrata.

La alianza con Alckmin buscaba tranquilizar a los empresarios privados, nacionales y extranjeros, siendo una suerte de punto de equilibrio, para transmitir el mensaje de que no todo lo que ofrezca Lula da Silva en la campaña efectivamente se aplicaría desde el poder.

De acuerdo con el analista Paulo Ramírez, Alckmin podría ser operador de Lula da Silva ante los sectores económicos privados, que tienen su mayor presencia justamente en el estado de São Paulo (del cual fue gobernador), para dar garantías de que un triunfo del candidato izquierdista no significará una mudanza radical en el manejo de la política económica.

Finalmente, aunque Lula da Silva sigue siendo el favorito, las encuestas muestran una recuperación de Bolsonaro, especialmente tras el retiro de la carrera presidencial del ex juez Sergio Moro.

Un sondeo de FSB Pesquisa difundido el 26 de abril mostró a Lula da Silva con una ventaja de 9% sobre el actual mandatario: 41% versus 32%. Esto representa un achicamiento importante de la ventaja de 14 puntos que mostraba el ex presidente en una encuesta similar, de esta misma empresa, en marzo pasado.

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